La filmación de una película se paraliza cuando la actriz Sandra Navarro (Fiona Palomo) acusa al actor Daniel Zavala (Alfonso Dosal) de violarla durante la filmación de una escena de cama. Daniel se declara inocente y los productores de la película intentan solucionar el conflicto antes de que se convierta en un escándalo.

La cinta está inspirada en el tan sonado y polémico caso de la película El Último Tango en París, donde María Schneider sufrió abuso por parte de Marlon Brandon y el director Bernado Bertelucci. 

Un actor malo no solo aborda este tipo de situación, sino que lo trae a la época actual en la que hay una mayor conciencia del tema.

Esta cinta es un sube y baja de emociones, todo el momento estás tenso y esto gradualmente va aumentando. Hay momentos que hasta te sientes asfixiado por no saber lo que va a pasar y sobre todo porque los personajes son muy transparentes, es la reacción natural del ser humano.

Lo más importante es que retracta de forma muy genuina la revictimizacion que sufre una persona en un abuso sexual y lo que sucede cuando decide alzar la voz y pedir justicia.

Está  película es un llamado urgente de que el abuso, la misógina y machismo debe parar, y que nuestro sistema de justicia sea más eficiente y empático y por supuesto mostrar a las víctimas que no están solas.

Jorge Cuchí, sin ser partidario, expone todos los elementos fielmente en los casos de abuso y te deja pensando, lo importante es abrir la conversación y cada quien decida sobre sus emociones.

Fiona Palomo y Alfonso Dosal entregan unas actuaciones brutales, y el resto del elenco no se queda atrás.

Miedo, ira, frustración, desesperación y tensión es solo un poco de lo que te hará sentir Un actor malo. Ya en cines.