“Qué huevos, Sofía” cuenta la historia de Sofía, quien es una madre independiente que mantiene a su hija, trabajando como “casi” subdirectora de una compañía que hace pasteles. Recalco el “casi”, debido a que a lo largo de la película se hace una crítica fuerte, a través de la historia, de una triste realidad mexicana: las injusticias laborales.

Una vista femenina muy realista
A lo largo de la historia, Sofía experimenta un número grande de injusticias laborales, los cuales, por ser mujer y no tener las conexiones necesarias para llevar adelante su emprendimiento, debe de sobrellevar y enfrentar grandes desafíos emocionales y laborales. Lo cual, aumenta exponencialmente el tono dramático de la película, Constantemente hay situaciones estresantes que te recalcan, que tanto Sofía como nosotros, siendo espectadores, no tenemos nada asegurado en el aspecto laboral. Y, para la mayoría de los mexicanos, el estrés que conlleva lidiar el trabajo diariamente. Carlos Santos (Señora Influencer), director de la película, nos compartió en la conferencia de prensa lo siguiente:
“El trabajar es una lucha que todos compartimos[…] todos buscamos crecer profesionalmente, tener un trabajo digno. Entonces, me parece interesante como no se había retratado de una forma tan puntual en el cine, y me parece una oportunidad.”

Giovanna Romo (Sofía) y Liliana Arriaga (Charo) unen una química muy interesante en pantalla. Pues, tanto en los momentos divertidos de la película, como en los dramáticos, se observa plenamente cómo es que se desenvuelven sin problema alguno en ambos géneros fílmicos. Es decir, tanto Liliana como Giovanna actúan de manera realista, haciendo ver como si naturalmente fueran mejores amigas tal y como en la película.
La visión de Carles Santos
Durante la conferencia, el director nos compartió que percibe una polarización de la oferta del cine mexicano, dividida en dos vertientes:
- En obras artísticas que únicamente llegan a proyectarse en festivales y a un público en específico.
- Comedias que no desarrollan los trasfondos de los personajes importantes dentro de sus historias.
Esto último me parece importante mencionar, esto, debido a que considero que Qué Huevos Sofía trae características distintivas del mundo artístico y comercial para entregarnos un producto novedoso, lleno de momentos emocionales, sin dejar de lado la comedia acompañada en momentos estratégicos de la película. Esto se logra ver a través de las actuaciones de Priscila Arias, Ricardo Peralta, entre otros.
Sin embargo, a pesar de este intento asertivo de fusionar ambas vertientes, en el aspecto técnico de fotografía e iluminación fue inconstante, manteniendo durante ciertos momentos una buena dirección de luz y fotografía, para pasar después con planos con iluminación básica y fotografía que encontrarías en una película mexicana plenamente comercial sin necesidad de ser artísticamente bella o cinematográfica. La continuidad falla en ese aspecto, sin embargo, el equipo detrás del arte y escenografía logra convencernos de que lo que estamos viendo es real, a pesar de las limitaciones del presupuesto que tenían.

Como conclusión Qué Huevos Sofía, es el experimento que fusiona el cine artístico y comercial, el cual, refleja la realidad de los empleados mexicanos con ansias de crecer. Sin embargo, por más bien intencionado sea este experimento, la lucha de las vertientes cinematográficas termina por darle la victoria y cabida dentro de la historia al cine mexicano comercial y de comedia.

Qué Huevos Sofía ya está en cartelera y en lo que consigues tus boletos, aquí te dejamos otra recomendación.